«Y de todas las figuras y de todos los viajes, llegué a admirar principalmente la hazaña del hombre que, a mi sentir, realizó la más grande proeza en la historia de la exploración de la Tierra: Fernando de Magallanes, quien salió con cinco minúsculos cúteres de pescadores, de Sevilla, para dar la vuelta al mundo, la odisea más espléndida en la historia de la humanidad, aquella partida de doscientos sesenta y cinco hombres decididos, de los que luego sólo regresaron dieciocho en un galeón carcomido, pero con la bandera de la mayor victoria izada en el mástil. No había mucha información en aquellos libros sobre él; de todos modos, no la suficiente para mí. Por eso, al volver de mi viaje, leí e indagué más, sorprendido de lo poco digno de fe que se ha escrito hasta ahora acerca de esta proeza admirable. Y, como otras veces, reconocía la mejor y la más fértil posibilidad de explicarme algo que a mí mismo me resultaba inexplicable, dándole forma y explicándolo a otros. Así nació este libro, puedo decir, sinceramente, que ante mi propia sorpresa. Pues mientras presentaba esta nueva odisea, de acuerdo con todos los documentos disponibles, todo lo más fielmente, me embargaba sin cesar la extraña sensación de contar algo ideado, uno de los grandes sueños anhelantes, uno de los sagrados cuentos de la humanidad. Pero nada hay mejor que una verdad que impresiona como algo improbable. A los más grandes hechos heroicos de la humanidad siempre les queda pegado un algo inconcebible, porque se elevan tan enormemente sobre el término medio terrestre; pero siempre la humanidad reconquista su fe en sí misma sólo por lo increíble que ha realizado.»
Aunque Zweig no fuera historiador, consigue la mezcla perfecta entre narrativa y documentación en sus biografías que me engancha. En esta biografía de Magallanes, SZ trasluce la profunda admiración que siente por el portugués callado, bajito, barbudo y de ojos llameantes que marcó un hito en la historia de la exploración de la Humanidad.
La biografía es totalmente adictiva, y cuenta desde las primeras apariciones de Magallanes, como marinero en las primeras expediciones a Sumatra, a su muerte absurda en las playas de Filipinas, pasando por los desprecios del rey portugués (vaya ojo, Portugal, al rechazar financiar tanto el viaje de Colón como el de Magallanes) y la impresionante aventura del paso del estrecho que ahora leva su nombre.
La parte del viaje, tres años, es fantástica. Lo mejor del libro, por el ambiente de tensión y vértigo que da SZ al texto. La parte de los preparativos, que es donde SZ dice que estuvo el verdadero talento de Magallanes, no desmerece.
Al final, por supuesto, descubrimos que la historia está llena de capullos y enmierdadores en todos lados. SZ se declara totalmente en contra de Elcano, por motivos que expone en el libro. SZ toma partido pero se justifica. Usando solo su texto, no cabe otra opción. Habrá que contrastar. La entrada de la Wikipedia para Elcano no da ninguna información sobre las discrepancias con Magallanes edurante el viaje.
Como dato curioso, el primer hombre que dio la vuelta al mundo no fue Elcano, ni ninguno de sus tripulantes, sino Enrique, el esclavo malayo de Magallanes, que fue raptado en Filipinas, llevado a Portugal, y acabó retornando por el otro lado junto a la expedición de Magallanes, cumpliendo su vuelta medio mundo antes que los españoles y portugueses.
Zweig falla, creo, al decir que Magallanes "demostró" la redondez de la Tierra, pues lo único (entiéndase el sentido de"único") que hizo fue demostrar la existencia de un paso por América. La redondez del mundo, no tanto sus dimensiones, eran de sobra conocidas. Pobre Eratóstenes, qué poco caso le hicieron... Él ya había calculado la circunferencia de 39.000 km en lugar de 29.000.