Reviewed by remo on

3 of 5 stars

Share
Tercera colección de anécdotas médicas que publica este hombre. Las dos primeras fueron Historias curiosas de la Medicina y Más historias curiosas de la medicina. En esta última, al autor se le van agotando un poco las ideas, lo que se nota en que cita algunos de sus textos ya publicados, como el cuento de José, el niño con SIDA, o la historia del ojo de Horus, tradición de los médicos egipcios que se sigue usando hogaño, y que él mismo dice que ya ha aparecido en Historias curiosas de la medicina. Por lo demás, abundan las anécdotas en las que los pacientes confunden los nombres médicos, casi todas ellas del estilo de “en mi primer embarazo se me encajó el féretro (feto) y ahora en el segundo me han tenido que hacer la necesaria (cesárea)” Por cierto, que la palabra cesárea, como tantas otras, proviene del latín, y es una deformación de cisura, corte, como la cesura que dividía los versos romances y hacía que parecieran asonantes en los pares. No es porque se la hicieran a la madre de Julio César.
No es el mejor libro de este señor, pero es entretenido para los que disfrutamos con estos temas. Por cierto, cada vez hay menos anécdotas y más reflexiones. El próximo libro debería intitularse Más reflexiones acerca de aún más historias curiosas de la medicina. Una de las cosas que me ha sorprendido, y mucho, es su sobria exposición acerca de por qué recela de ciertos miembros de ciertos grupos raciales/socioculturales, ya que en muchos más casos de lo que sería deseable, no sólo no aceptan las normas de la sociedad que les cobija, sino que intentan aprovecharse de ellas en beneficio propio. (Ejemplos de los robos y de la hoguera con puchero en plena sala de espera). Está bien, pero no llega al nivel de los anteriores.

Last modified on

Reading updates

  • Started reading
  • 16 February, 2000: Finished reading
  • 16 February, 2000: Reviewed