Reviewed by remo on

4 of 5 stars

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Fantástico libro de introducción a la química para plebeyos. Me habría encantado tener este libro hace 25 años cuando odié muchísimo la química de COU y de primero de carrera. El primer capítulo engaña pues tiene, además de divulgación científica, mucha lírica y autobiografía
Durante mi infancia, los domingos solía ir con mi familia a una playa. Mi hermano y yo la llamábamos la playa de las arenas gordas porque sobre el manto de arena fina se sucedían cúmulos de arena gruesa.

Luego el libro se vuelve algo más impersonal (en el sentido de contener menos autobiografía) y hace un largo viaje por la química: modelos atómicos, tabla periódica, enlace químico, materia orgánica e inorgánica, natural vs sintético -gran capítulo que ataca además a varias pseudociencias que propugnan lo natural-, las reacciones químicas, ácidos y bases, la química del color y la química de la cocina. Es en este último capítulo donde retorna el tono personal, pues está íntegramente dedicado a la abuela gallega de la autora y a sus recetas en la cocina. Esta mezcla en un mismo libro de las experiencias personales y la divulgación pura y dura es sorprendente al principio, pero me ha encantado.
Todo está muy bien explicado, aunque hay varias partes que no se pueden leer de un tirón, sino que hay que parar, reflexionar y asimilar. La química puede ser atractiva y comprensible pero no es necesariamente simple. Vaya un ejemplo de párrafo en el que pasé varios minutos:
Hay varios tipos de glúcidos. Los más sencillos son los monosacáridos, que están presentes en muchas frutas y vegetales, tienen sabor dulce y se disuelven en agua. Entre ellos se encuentran la glucosa, la fructosa, la ribosa y la galactosa.
Los disacáridos son glúcidos que resultan de la unión de dos monosacáridos por pérdida de una molécula de agua. También son dulces y se disuelven en agua. Los más importantes son la sacarosa, que se obtiene de la unión de glucosa y fructosa y es el componente único del azúcar común -el que se extrae de la remolacha o de la caña de azúcar-, y la lactosa, formada por la unión de glucosa y galactosa, y que se encuentra de forma natural en la leche.
Los polisacáridos se componen de más de diez monosacáridos unidos entre sí, que conforman largas cadenas. No se disuelven en agua y no tienen sabor dulce. Los más conocidos son el almidón, la celulosa y el glucógeno. El almidón contiene miles de unidades de glucosa unidas entre sí, de dos formas diferentes, denominadas amilosa y amilopectina. El almidón se almacena como reserva energética en semillas y tubérculos, de ahí que sea el ingrediente fundamental de harinas, pastas, cereales, el arroz o la patata. La celulosa resulta de la unión de entre 1000 y 3000 unidades de glucosa. Su función es construir el material estructural de las plantas. Es el componente principal del algodón, la madera y la paja. El glucógeno está formado por más de 1000 unidades de glucosa ramificadas, y se almacena en el hígado y en los músculos como reserva energética.


En resumen, que me ha encantado, que lo recomiendo encarecidamente a todos los estudiantes de ciencias de Bachillerato (e incluso de primero de carrera) que tengan química y que es un viaje interesantísimo, lleno de datos curiosos e interesantes, apto también para cualquiera que tenga interés por la química.

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  • Started reading
  • 15 July, 2017: Finished reading
  • 15 July, 2017: Reviewed