Desenfrenada novela en la que todo se va sucediendo sin dar tiempo al lector para asimilar los acontecimientos uno por uno. La novela está bien para pasar un rato entretenido, pero no es un prodigio. Hay que destacar, sin embargo, los veinte o treinta puntazos repartidos por el libro, que arrancarán una carcajada al lector. Son sin duda lo mejor de la obra.