A Mathematician Plays The Stock Market by John Allen Paulos

A Mathematician Plays The Stock Market

by John Allen Paulos

Offers a mathematical perspective on the stock market and the human dream of wealth, covering such topics as data mining, momentum investing, the Elliot Wave Theory, and Warren Buffet's fundamental analysis.

Reviewed by remo on

5 of 5 stars

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John Allen Paulos [JP] es un matemático que ha escrito fantásticos libros de divulgación de las matemáticas, que recomiendo en bloque. Si encuentran alguno, léanlo. No se arrepentirán. En los 90, JP fue una más de las víctimas de las puntocom. Su experiencia al quedar casi arruinado le llevó a escribir este libro, en el que da un impresionante repaso al mundo de la bolsa, su funcionamiento y las tripas matemáticas que subyacen a la cotización de los valores y las estrategias de inversión.


JP escribe muy bien. Los conceptos que explica son a veces muy, muy complejos, y sin embargo sale airoso cada vez. Le admiro muchísimo. Además, escoge temas que a mí personalmente me parecen muy interesantes. Lo tiene todo.


En el libro aprenderemos sobre conceptos como el efecto ancla, realmente sorprendente: Imaginemos un experimento en el que nos preguntan por un número que no sabemos. Por ejemplo, la población de Uzbekistán. En principio no sabemos qué decir, pero entonces el examinador dice: a ver, ¿es más o menos de 100 millones?. A otro grupo, el examinador les hace la misma pregunta, pero en vez de decir 100 millones dice 1 millón. La media de la gente a la que el examinador les sugirió 100 millones anda por los 60 millones, mientras que la media de los que recibieron la sugerencia de 1 millón ronda los 5 millones. O sea, que nos dejamos influir por una cifra cuando intentamos estimar otra.


Se podría alegar que la gente se dejaba influir por la estimación del experimentador porque suponen que él lo sabe y nosotros no, así que partiendo de su suposición tiramos hacia donde a nosotros nos parece que está la respuesta correcta. Pues no. El experimento se repitió, pero, en vez de una sugerencia del experimentador, ¡se hizo girar una ruleta! La ruleta tenía cifras: 1 millón, 5 millones, 10 millones, 50 millones, 100 millones… Se preguntaba la población de Uzbekistán y se hacía girar la rueda. Las medias de la respuesta de cada grupo estaban sorprendentemente cerca del resultado que había salido en la ruleta en cada ocasión. Impresionante. Lo mismo, dice JP, ocurre cuando vamos a comprar acciones ( o nos hacemos una hipoteca a tipo variable). Si al comprar las acciones éstas están a 60 euros, inconscientemente tomaremos este valor como la “media” de las acciones, de modo que si están por encima estarán bien y si están por debajo estarán mal. Yo hice mi hipoteca con el euribor al 2,1%, más o menos, o sea que ahora que está al 4 lo veo como muy alto. Sin embargo, mirando el euribor de los últimos 20 años, veo que un 4% es bastante bajo (cosa que a la vez me incomoda y me asusta).


Otra cuestión: los sesgos. Nos sentimos más culpables si perdemos dinero por culpa de la acción que por culpa de la inacción. o sea, que si compramos algo y baja nos sentiremos peor que si no lo vendemos y baja, a pesar de que el dinero perdido en cada ocasión será el mismo. En el libro nos cuenta un par de experimentos para reafirmar el concepto.


Escondido en la página 26 encontramos un bello aforismo:


El psicoanálisis es una enfermedad para la que él mismo se postula como cura.


Y también hay una interesante reflexión sobre el concepto de horizonte de complejidad: los seres humanos dejamos de interesarnos por acontecimientos distantes en el futuro, aunque sean muy importantes. Como ejemplo pone una historia estupenda:


Nos encontramos con una lámpara maravillosa, que dentro tiene un genio que nos concederá todo aquello que queramos con una condición: Es necesario ofrecer un dinero por la lámpara, Y hay que venderla tras obtener nuestros deseos por un precio estrictamente menor que el que pagamos. ¿Qué precio ofrecerían, estimados lectores, por la lámpara? Está claro que no podemos ofrecer un céntimo de euro, porque después no podríamos vendérsela a nadie por menos (no valen los medios céntimos ni divisas extranjeras con valores inferiores). Tampoco podemos ofrecer dos céntimos, porque tendríamos que venderla por un céntimo y nuestro futuro comprador no la podría vender, por lo que no la querría comprar. Tampoco podríamos venderla por tres céntimos, porque nuestro comprador se encontraría con que su comprador no podría venderla, y así él no podría venderla, por lo que no nos la compraría… En realidad, siguiendo la cadena, no hay ningún precio por el cual podamos estar seguros de comprarla y luego venderla. Y sin embargo, estamos todos de acuerdo, creo, en que la compraríamos por mil euros. ¿En qué punto deja de importarnos la cadena de compraventas que decide si podremos vender la lámpara o no? Los ecologistas sostienen que algo parecido nos pasa con la conservación del Medio Ambiente: estamos todos de acuerdo en que si seguimos así lo dejaremos todo hecho un desastre, pero como falta mucho y aún hay arbolillos y campos y playas ríos, pues no hacemos todo lo que podríamos.


El libro es fantástico. Tiene partes complejas, pero bien solventadas por el autor, al que, repito, admiro por la simplicidad de sus explicaciones. Me lo he pasado pipa leyendo y encima he aprendido un montón (por así decirlo) sobre economía y bolsa. Es una lectura que merece la pena. Algunas partes requieren esfuerzo por parte del lector, pero es porque los conceptos de debajo son realmente revirados. De regalo, el libro contiene un guión cinematográfico sobre un tipo que sabe matemáticas y unos cuantos chascarrillos que seguro les sacarán una sonrisa. Completito.


Mi nota: Imprescindible.

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  • Started reading
  • 11 March, 2007: Finished reading
  • 11 March, 2007: Reviewed