Segunda parte de las memorias de Gerald Durrell sobre su infancia en Corfú, tras Mi familia y otros animales. Es increíble la capacidad de descripción que tiene GD y lo bien que consigue retratar el mundo a través de los ojos de un niño. Por segunda vez, la familia Durrell, que cambió la vida en Inglaterra por la Vida en Corfú, vive mil anécdotas gracias a sus peculiares caracteres y a la gente que habita en la isla (en la que, recordemos, GD nos cuenta que las distancias se miden en cigarrillos). Es un libro maravilloso, parte de una trilogía maravillosa.