remo
Written on Oct 5, 1996
Al llegar a este libro de Marías, que creo que fue el primero suyo que leí, me sorprendió que el hijo de su madre dejara en simple bocetos las descripciones que hacía mi profesor de lengua. Marías entra y sale del detalle al paisaje, del rasgo a la personalidad, del gesto al dato biográfico, de la prosopografía a la etopeya. Vez tras vez. Es un espectáculo leerlo. A veces ves, lo ves, que se está recreando, porque te cuela tres frases redondas y ves que no cambia de tema para poder colar la cuarta y la quinta, que también son redondas pero que ya no aportan tanto. Pero le quedan bien.
Otras veces parece que tiene cuentas que ajustar con los autores que describe, porque los apuñala muy discretamente, con fino estilete, describiendo casi de pasada detalles que forman, seguro, parte de lo más vergonzoso de la vida de los descritos.
Me gustó el libro, como fuente de historias sobre personas y como ejercicio literario. Muy recomendable.