Entre dos y tres estrellas, según el estado de ánimo. Tras Juan Salvador Gaviota, el autor se descuelga con un libro aún más extraño, que comienza con una fábula sobre la segunda venida de Cristo en forma de mecánico y continúa con un encuentro en un campo de cereal de Illinois entre dos pilotos. El libro tiene demasiadas frases obvias, peca un poco de paulocoelhismo.
What the caterpillar calls the end of the world, the master calls a butterfly
O, aún peor,
You are never given a wish without also being given the power to make it true. You may have to work for it, however.
A mucha gente le sirve de inspiración, a mí me produjo algo de rechazo. Nada comparado con el estremecimiento de grima y asco que me provoca Albert Espinosa, pero pariente lejano. Un poco intrascendente para ser un libro que habla de la trascendencia.