God's Debris by Scott Adams

God's Debris

by Scott Adams

God's Debris is the first non-Dilbert, non-humor book by best-selling author Scott Adams. Adams describes God's Debris as a thought experiment wrapped in a story. It's designed to make your brain spin around inside your skull.

Imagine that you meet a very old man who--you eventually realize--knows literally everything. Imagine that he explains for you the great mysteries of life: quantum physics, evolution, God, gravity, light psychic phenomenon, and probability--in a way so simple, so novel, and so compelling that it all fits together and makes perfect sense. What does it feel like to suddenly understand everything?

You may not find the final answer to the big question, but God's Debris might provide the most compelling vision of reality you will ever read. The thought experiment is this: Try to figure out what's wrong with the old man's explanation of reality. Share the book with your smart friends, then discuss it later while enjoying a beverage.

It has no violence or sex, but the ideas are powerful and not appropriate for readers under fourteen.

Reviewed by remo on

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El autor de este libro, Scott Adams [SA], es el afamado autor de la estupenda tira cómica de Dilbert (hay versión española, pero lleva siete meses de retraso con respecto a la original. ¿Alguien me lo explica? Porque para traducir tres viñetas con unas veinte palabras de texto a lo sumo yo creo que con un par de tardes alcanza…).

Llevo un tiempo suscrito a su blog, en el que habla bastante a menudo de asuntos de ciencia, pero desde la perspectiva del profano que a falta de conocimientos no se lo acaba de creer del todo, aunque piensa que la ciencia es la explicación más cercana a la realidad que nos rodea. Está claro que a SA lo que se le da bien son los chistes de Dilbert, mas que los ensayos filosóficos.

SA define este libro como un experimento mental envuelto en una historia de ficción. Yo lo definiría más bien como una paja mental envuelta en una conversación absurda. La historia es cortita, y es básicamente una conversación entre un repartidor y un señor viejo, autodenominado Avatar, que supuestamente lo sabe todo. El viejo comienza a usar el viejo método socrático de la mayéutica y haciendo preguntas al mensajero le hace ver que no sabe nada sobre cómo son en realidad las cosas, para, a continuación, contárselas él. Las tesis del libro son, no sé como decirlo, lisérgicas: la principal, que da nombre al libro, es que somos los escombros de un Dios omnipotente que a falta de incentivos (nada es un desafio para alguien que todo lo puede) decidió destruirse y esperar a que la raza humana volviera a construirlo. O sea, que somos los escombros de Dios. ¿A alguien más le parece que esto raya en la flagelación mental a los lectores?

Las argumentaciones entre el viejo y el mensajero son odiosas, porque SA comete espantosos deslices a la hora de hablar de ciencia. Está uno leyendo y va pensando “¡Pero qué dices! ¡Vaya morro! ¡Así yo también lo demuestro, no te fastidia!”. Por ejemplo, en mitad de su tesis de si el alma puede o no influir en el cuerpo (el viejo propone que las cosas sin existencia fisica pueden afectar a las cosas físicas, y empieza proponiendo el ejemplo de una hipotética alma) , pone la luz como algo “que no tiene presencia física y sin embargo influye en la materia”. Y ¿qué es para SA no tener presencia física? Él nos lo explica: la luz no tiene presencia física porque los científicos dicen que no tiene masa. Y algo que no tiene masa no existe físicamente. ¡Toma ya! Para empezar, alquien debería decirle a SA algo sobre la diferencia entre “masa en reposo” y “masa”, que es una de las primeras cosas que aprende cualquiera que lea sobre relatividad. Un fotón no tiene masa en reposo, pero tiene una energía, que es equivalente a una masa (¡sí, la famosa E=mc²! Que levante el pubis quien no haya oído hablar de esta ecuación. ¿Nadie? Vaya, parece que SA es el único…). Estropicios y burradas científicas como ésta hay unas cuantas. Y claro, como el viejo se apoya en ellas para demostrar sus argumentos, se acabó la validez del argumento la mitad de las veces. Y la otra mitad, pues bueno, un chico inteligente de 4º de la ESO puede hacer algo parecido. Bueno, quizás de primero de bachillerato.

Así que no pierdan el tiempo, estimados lectores. Mi nota es infumable aunque, afortunadamente, gratuito.

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  • 15 January, 2006: Finished reading
  • 15 January, 2006: Reviewed