Bécquer será para siempre mi verano de los 15 años, cuando descubrí a maese Pérez y al arpa abandonada del salón en el ángulo oscuro. Sin ser la mejor literatura, sí marcó mi entrada a la apreciación de la poesía y el lirismo, y por ello siempre le agradeceré a Bécquer ayudarme a ver la belleza de las ideas y la palabras.