Reviewed by remo on

2 of 5 stars

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Estimados lectores: nos hallamos ante un tocho infumable de primera categoría. Buf. No sé ni por dónde empezar. Ah, sí: ¡Vaya coñazo! El libro es una exhaustiva historia de los orígenes socioeconómicopolíticos de la mafia en la Sicilia de finales del s. XVIII (aunque el término “mafia” no se hizo oficial hasta 1863). La historia en sí es muy interesante. Un movimiento con grandes apoyos y que desafió con éxito al poder político durante tantos años. Lo malo es el “estilo narrativo”. El autor sigue el desarrollo en el tiempo, desde 1799 hasta 1991, más o menos, con demasiadas paradas al margen para hacer disquisiciones inteminables. No es un libro de divulgación. Las notas al pie ocupan más que el texto en demasiadas páginas. Hay que excavar en el texto para poder seguir la línea argumental del autor, que se pierde, requiebra, discute y pontifica cada tres párrafos. El libro es muy completo, no se puede negar, pero no es un libro para leerse de un tirón y aprender qué demonios es la mafia, por qué surgió y prosperó y, sobre todo, en qué consiste. Para eso, me recomiendan, está “Omertá”, de Mario Puzo, que espero leer en breve. La omertá es la ley del silencio de la mafia.
Destaco el episodio del juez Falcone, sobre el que el autor pasa de puntillas. Este juez, descanse en paz, se pueso serio contra la mafia. Había que quitárselo de enmedio cuanto antes y como fuera. Pero las medidas de seguridad que rodeaban al juez eran bastante eficaces. Durante muchos meses fue imposible acercarse a él. Así que la mafia pasó a planes más ambiciosos. Se llegó a pensar en un ataque suicida con un camión lleno de explosivos. Como los italianos no son islamistas, surgió un grave problema a la hora de decidir quién se suicidaría en el atentado. Se llegó a escoger un hombre muy mayor y enfermo de cáncer terminal, padre de “un hombre de honor” (un mafioso) a quien le daba igual morir reventado que en el hospital. Pero se hizo algo aún más impresionante. En el tramo de autopista que lleva de Palermo al aeropuerto de Punta Raisi, a la altura de Capaci, volaron un tramo entero de la autopista con toneladas de explosivos, justo al paso de la columna blindada que transportaba al juez. Increíble.
Tras su (difícil) lectura, el libro deja un regusto muy amargo, sobe todo viendo la corrupción e incompetencia de los políticos italianos, fueran del partido que fueran.

Mi calificación: Tómese en pequeñas dosis.

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  • Started reading
  • 11 July, 2005: Finished reading
  • 11 July, 2005: Reviewed