Reviewed by remo on

4 of 5 stars

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No he leído mucha ciencia ficción, así que aún descubro autores que todo el mundo considera consagrados en el mundillo. Me pasó hace no mucho con los libros de David Brin, y me pasa ahora con Egan. En este libro se presentan 18 relatos de ciencia ficción en los que, curiosamente, no aparece ni una sola nave espacial. Y reconozco que algunos de ellos me han enganchado y me han tenido pensando mucho tiempo después de haberlos acabado.

Hay algunos hardcore a más no poder, como el del detective que se encarga de rastrear a gente que se dedica a escindir el universo en infinitas historias temporales paralelas (por lo que en realidad son infinitos detectives investigando infinitos casos, con la esperanza de resolver un número “suficientemente infinito” de ellos para que la integral de historias salga distinta de cero y el caso pueda resolverse). Muy duro (en cuanto a conceptos científicos), pero muy bien hilvanado. Hay otros que me han aterrado, como el de “Aprendiendo a ser yo”, en el que ninguna descripción de la claustrofobia puede compararse a la que el autor nos da. Espectacular.

“Axiomático”, que da título al libro, habla de unos implantes que permiten modificar los axiomas de la persona, es decir, los principios morales básicos, de ahí su nombre, de manera que ningún razonamiento pueda convencer al usuario de lo contrario una vez que se lo ha implantado. Otro relato que me ha encantado es “La caja de seguridad”, en el que una persona se despierta cada día en el cuerpo de una persona distinta.

En todos los relatos, ambientados en el futuro, el autor aprovecha para hacer algo de crítica social, mordaz y precisa, a muchas cosas que hoy suceden. Además, una vez que el cuento comienza con un planteamiento, el protagonista suele ir acotándolo, de manera lógica, en un razonamiento que a mí personalmente me ha encantado. Por ejemplo, en el relato de “La caja de seguridad”, el prota se despierta cada día en un cuerpo distinto, pero lleva sus propias estadísticas. Siempre de la misma ciudad. Siempre en una horquilla concreta de edades, con mayor abundancia de “portadores” hacia el noreste de la ciudad. El autor usa la lógica para aproximarse a un problema imposible e ilógico, y le sale muy bien.

Hay otros relatos que no me parecen tan buenos (o que no me han llegado a enganchar), pero de los 18 me han apasionado más de 10, lo cual en una antología no está nada mal (hasta el dios Asimov echaba un borrón de vez en cuando con sus cuentos cortos :) ). Mi nota: Muy recomendable.

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  • Started reading
  • 23 December, 2006: Finished reading
  • 23 December, 2006: Reviewed