Quinta y última parte de la trilogía del autoestopista galáctico. Hay una sexta pero ya no es de Douglas Adams. La serie tiene un recorrido desigual, desde la alucinación trepidante y continua de los primeros dos tomos, hasta casi casi la reflexión nostálgica de los últimos. Pero es un ciclo que hay que seguir y que merece la pena. Me ha encantado esta serie. Douglas Adams tenía una cabeza prodigiosa. 42.