remo
Uf… Háganse a la idea, estimados lectores. Me llevé tres libros para estar ocho días de vacaciones. Uno de ellos era además el séptimo Harrypotter en inglés, seiscientas y pico páginas de vellón. Supuse que con los tres libros tendría suficiente, pero al día 6 me estaba terminando el último. Así que me puse a buscar algo que leer los dos últimos días. Contaba con una desventaja, y es mi nulo conocimiento el portugués. Y debo decirles que la oferta literaria en lengua extranjera en Armaçao de Pera y pueblos limítrofes es prácticamente nula.
Fever es una novela sin pretensiones que narra el secuestro de un trasatlántico por parte de un pequeño grupo que quiere dar el gran golpe, pues sabe del cargamento secreto que el barco transporta. La acción está ambientada en Miami, los Cayos de Florida y altamar.
No les voy a decir que la novela es mala, porque está medianamente bien escrita. Siendo una novela de aventuras, sin embargo, hay tantos, tantísimos giros en la trama, que cada vez que parece que ya sólo queda el epílogo sucede algo increíble que todavía impide que lleguemos, de una maldita vez, al final. Increíble. El autor echa toda la carne en el asador, ¡y lo hace varias veces! Hay telenovelas de cientos de capítulos más lineales que este librito.
No me aburrí, y eso era lo que le pedía al libro. Está entretenido. Lleno de tópicos y situaciones mil veces antes leídas, pero entretenido. Y no se puede decir mucho más a su favor. Una de las cosas que más me llamó la atención no está en la novela, sino en los agradecimientos:
Doy las gracias a mi agente literaria porque si no fuera por ella yo aún estaría durmiendo en mi furgoneta.
Mi nota: Una de tantas.