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Vi este libro en un aeropuerto y la portada me atrajo enseguida. Soy una víctima del márketing. ¿Qué tendrá Google para ser tan atractivo? La historia comienza cuando Sergei Brin y Larry Page eran estudiantes de doctorado en informática (Computer Science) en Stanford, y termina en junio de 2006, cuando se consolida la implantación en China, Bill Gates se retira de Microsoft y Google es ya una máquina de fabricar millones, en expansión acelerada. La edición original es de 2005, y el autor tuvo que sacar una edición revisada en 2006. Ahora, con la compra de Youtube, seguro que se pone a hacer uina edición revisada para 2007
El libro está interesante de leer. Yo no sé si esas cosas ocurren en España, pero cuando Larry y Sergei tenían sólo una buena idea, allá por 1998, se fueron a un par de gestores de fondos de inversión y sacaron nada menos que un préstamo de 25 millones de dólares. Previamente habían obtenido de otros gestores y fuentes un préstamo de 100.000 y otro de un millón. ¿Esas cosas pasan aquí? Reconozco mi ignorancia.
El libro se lee fácilmente. Está escrito en estilo periodístico, rápido y conciso. Si hay algún fallo obvio, es es peloteo constante que hace el autor de todos los protagonistas de la historia. De muestra un botón: el primer inversor que tuvo Google fue Andy Bechtolstein [AB], gestor de fondos de inversión, quien les dio sus primeros 100.000 dólares para que comprasen un montón de ordenadores con los que empezar a desarrollar el potencial de Google. La descripción que hace el autor de AB reza así:
Bechtolstein detuvo su Porsche plateado en la entrada de la casa de Cheriton, saltó del mismo y se dirigió hacia el porche de la entrada, donde le esperaban los tres [Page, Brin y Winograd, un profesor de Stanford]. Como muchos empresarios millonarios de Silicon Valley, Bechtolstein trabajaba mucho, aunque no necesitase el dinero, pues le apasionaba el poder de la tecnología y le encantaba hallar nuevas formas de resolver problemas.
Venga ya. Eso es peloteo innecesario. El autor parece (a veces, demasiadas veces) que está intentando que le contraten para el departamento de Relaciones Públicas de Google. El libro es una hagiografía casi de principio a fin. Y no es que esté mal, pero a veces tiene uno la impresión de que el autor suda miel tras hablar de Google. Incluso hay un apéndice con consejos para usar mejor Google. Uno de los consejos no lo conocía. Si buscas “~car” en Google, no sólo te aparecen todas las páginas con la palabra “car”, sino también aquellas que contengan “automobile”, “vehicle” y otros sinónimos. En español no sé si funciona; con las palabras que he probado parece que no.
Por lo demás, la historia es interesante. Pasa por momentos escabrosos, como cuando se desató el revuelo por la publicidad que leía de forma automatizada los correos de Gmail para plantar anuncios relacionados, o cuando Google claudicó y aceptó la censura para poder implantarse en China.
Me he dado cuenta de lo mucho que la prensa sigue a Google, pues el 90% de los hechos que relata ya me los sabía, de haberlos leído en el periódico. Hay detalles divertidos y geeks, como el valor de las acciones con las que Google salió a bolsa, que era 2.718.281.828 dólares (o sea, el número e multiplicado por mil millones), o la primera ampliación de acciones que hizo, en la que sacó al mercado 14.159.265 acciones (los primeros decimales de pi).
Es un libro para pasar un rato entretenido y poco más. Pero está bien. Mi nota: Interesante.