Recuerdo haber leído en octavo de EGB, en el libro de lengua de Lázaro Carreter (si somos viejos lo somos y se acepta y ya está) un fragmento de este libro en el que un señor se quedaba aislado, nunca mejor dicho, en una isleta, completamente rodeado por el tráfico, y empezaba a hacer planes para pasar una temporada en ella hast a que le vinieran a rescatar, cual náufrago. Años después me leí el libro, que a pesar de ser una novela junta en realidad varias historias, a cual más disparatada, como buen ejemplo del surrealismo español de antes de la guerra, que no tenía miedo en adentrarse en el humor negro (un señor, gracias a su nuevo automóvil, puede atropellar a todos los niños del colegio de al lado que tanto le incomodan con sus gritos, por ejemplo). Muy entretenida, ingeniosa y en momentos brillante.