Jardiel analiza y desmonta pieza a pieza el mito de Don Juan. Lo hace usando con maestría sus habituales resortes del humor absurdo, pero esta obra me enganchó menos que otras del autor. Pedro de Valdivia, conquistador sin par, encuentra a Vivola Adamant, quien por primera vez encarna a alguien capaz de resistirse a los encantos del donjuán. A lo largo de las páginas de la novela asistimos a múltiples intentos de seducción, a múltiples muestras de desprecio y a múltiples parodias del mito. Jardiel es un maestro, no hay duda.