Para mi desgracia nada más empezar me pareció un tostón. Luego hay partes que molan mucho (obviamente, el juego de los abalorios que da título al libro se deja sin explicar, pues es imposible transcribir una reglas que permitan unir todo el conocimiento, científico y humanista). La vida del protagonista me dejó de interesar pronto y la apología humanista tampoco me convenció. Es como si todo me hubiera entrado torcido, no conseguí conectar con las intenciones del autor.