remo
Written on Nov 4, 2016
Falcó es un James Bond de entreguerras. Español, guapo, chulo, entrenado, peligroso. El autor quiere presentarnos a un ser amoral y resabiado y quiere que nos caiga bien. En el fondo Falcó es Coy, y es Lucas Corso, y es Lorenzo Quart. Todos los protagonistas de Reverte son el mismo trasunto del autor, compartiendo la pérdida de la inocencia, el escepticismo abrumador contra todo lo que les rodea y un retorcido código interno que les hace respetar ciertas reglas a pesar de que en sus mundos lo normal sea la *aparente*falta de reglas.
La historia comienza cuando le encargan a Falcó liderar una misión para sacar a José Antonio de la cárcel de Alicante, donde será fusilado dentro de poco. Los preparativos, el viaje, la planificación y la ejecución de la misión están muy bien contados, qué le vamos a recriminar a Reverte sobre narrar. La ambientación y las múltiples opiniones que deja Reverte sobre las dos Españas son de lo más trabajado del libro. El autor a través de los personajes deja claro que gente idealista y basura infecta había en ambos bandos y en cantidades iguales.
Para mi gusto, la historia queda algo corta, al final el libro sabe a poco. Dice el autor que se ha quedado con más ganas de Falcó. Pues nada, Don Arturo. Termine usted primero el Alatriste y ya se marca una saga de Falcó. Pero recuerde. Alatriste. Va primero. Alatriste.