remo
Written on May 27, 2020
Comienza mostrando su valía, mostrando iniciativa e incluso atreviéndose a "golpear por encima de su peso", metiéndose en proyectos para gente más senior. Pero la burocracia, la sociedad, la apisonadora corporativa japonesa, la irá degradando a posiciones que parecían al principio imposiblemente denigrantes. Al principio me indignaba de que ella no se defendiera, pero el libro entero va de cómo los intentos de defenderse suelen terminar con peores resultados (otra de las feroces críticas veladas a la cultura empresarial japonesa)
A mitad de novela la autora hace un relato duro y convincente sobre la mujer japonesa, dedicándole al hombre apenas unos párrafos después como comparativa. Ninguna de las dos descripciones deja a su descrito en buen lugar.
Al mismo tiempo el relato me sugería, con cada caída por la escalera hacia el oprobio, la resistencia inconsciente, pero salvaje, indómita, feroz, de la protagonista a estar triste. No a estar triste, sino a estar derrotada. Sin decirlo, sin expresarlo explícitamente, la protagonista está diciendo que ella. no. se. va. a. quebrar. Que como dice el manido símil, es como los juncos, que doblan pero no parten.
Es una lectura fugaz, y me ha gustado.