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Los cinco capítulos son Islandia, Irlanda, Grecia, Alemania y EE.UU. Nos habla de la burbuja inmobiliaria/de la bolsa islandesa, del desastre contable y el endeudamiento extremo de los griegos, de cómo Irlanda afrontó una dificilísima decisión al respaldar a sus tres principales bancos en vez de dejarlos quebrar, de cómo los Landesbank alemanes fueron los últimos en dejar de comprar CDOs de hipotecas subprime y de cómo ahora aprietan a los griegos por su mala cabeza, y de la crisis futura que se viene en los EE.UU. cuando los municipios pasen a no poder pagar las pensiones de sus trabajadores públicos.
Hay detalles muy divertidos, otros muy tontos y graciosos (cuando en Islandia está convencido de que le está hablando el Gollum y en realidad es una pareja dándolo todo en la habitación de al lado del hotel, en islandés) y muchos muy interesantes. Cuando habla de Islandia cuenta cómo un profesor universitario, Aliber, al estudiar los números del país, directamente se puso a editar una nueva versión del clásico Manias, Panics, and Crashes en la que incluyó el caso islandés como un capítulo más en las burbujas, junto a la de los tulipanes y la compañía de los Mares del Sur. El hecho de que Islandia no hubiera tenido un crash todavía era una mera formalidad. La burbuja era, literal y figuradamente, de libro.
No todos los ensayos son igual de buenos pero en todos se ve que el autor ha elegido una vía para hacernos el tema accesible y la ejecuta muy bien, aunque no sea la que en principio yo hubiera elegido (en Grecia nos habla de unos monjes que consiguieron que el Estado les cediera terrenos como , pero del inmenso cenagal que eran las cuentas públicas griegas habla menos).
De Islandia cuenta cosas muy interesantes, como que la pesca, que era una fuente de sustento del país pero una actividad no apta para todos los públicos (no todos los jóvenes querían ser pescadores, por supuesto), se transformó directamente en una commodity cuando el gobierno asignó cuotas de pesca a todo el mundo basándose en su historial pasado de capturas y permitió así comerciar con los cupos de pesca, creando un mercado financiero de capturas futuras del que luego derivó el inmenso mercado burbujil de acciones y divisas. El de EE.UU. es muy extraño pues comienza con una carrera a calzón quitado y vioda o muerte con Arnold Schwartzenneger en bicicleta a contramano por las calles de Sacramento y termina con un pueblo que se va aproximando a poder pagar un único funcionario.
A pesar de que han pasado varios años, el libro aguanta el tipo y aún se puede leer. La última parte, la de las ciudades norteamericanas que van de camino a la quiebra por diseño del sistema de pensiones municipal, no ha terminado todavía. Tiempo al tiempo.