Primera novela (y única por el momento ) que leí de Marías. Extraña. Por un lado se le reconoce al autor la capacidad de embaucarnos con las palabras, de llevarnos por donde él quiere a base de miles de pequeñas pinceladas. Por otro, en cuando nos alejamos unos metros de la historia y ganamos perspectiva comienzan las preguntas ¿Y todo esto pa qué? El protagonista,Víctor, queda a cenar con una mujer casada, cuyo marido está de viaje, y cuando todo apuntaba a que la noche sería un éxito amatorio ella se muere de algo, a medio desvestir, con el niño de dos años en la cuna. Con ese impactante comienzo nos metemos en la vida (y sobre todo en el torrente de pensamientos) de Víctor, un negro que escribe discursos para personalidades, siguiéndole por el futuro inmediato y el pasado. Hay episodios absurdos, como la conversación que tiene con el Rey Juan Carlos (a quien no se menciona explícitamente, ni falta que hace), y momentos en los que ahogaríamos al protagonista con nuestras propias manos. Al final le reconocemos al autor que la novela es todo un viaje, pero me quedo con la duda de si era un viaje necesario.