Sylvia Plath, una de las grandes poetas del siglo XX, llega a la colección Poesía Portátil.
 
Sylvia Plath es una de las poetas más admiradas del siglo XX. Sus versos, que a lo largo de los años han ido cobrando protagonismo especialmente después de que se quitara la vida a los treinta años, son un intento de expresar su desesperación y su obsesión por la muerte. Sus poemas se pueden considerar en gran parte autobiográficos y exploran su angustia mental, su problemático matrimonio con el también poeta Ted Hughes y los conflictos sin resolver con sus padres, así como la visión que tenía de ella misma. Tanto ella como su obra se ha ido perfilando hasta el día de hoy como uno de los grandes iconos del feminismo, y su poesía -en especial El coloso y el póstumo Ariel-, como objetos adorados, valiosas pruebas de que Sylvia Plath fue una de las grandes figuras de la literatura del pasado siglo. Después de más de cincuenta años de ser escritos, sus versos todavía contienen toda su intensidad, todo su dolor y toda su belleza.
 
«Entonces el cielo y yo conversamos abiertamente.
 
Y seguro que seré más útil cuando al fin me tienda para siempre:
 
Entonces quizá los árboles me toquen por una vez
 
Y las flores, finalmente, tengan tiempo para mí.»

ENGLISH DESCRIPTION
 
Sylvia Plath, one of the great poets of the twentieth century, joins the “Portable Poetry” collection.

Sylvia Plath is one of the most admired poets of the twentieth century. Her verses, which over the years have gained notoriety especially after she took her own life at age thirty, are an attempt to express her despair and obsession with death. Her poems can be considered largely autobiographical and they express her mental anguish, her difficult marriage to poet Ted Hughes, and unresolved conflicts with her parents, as well as how she saw herself.
 
Both she and her work have been emerging as great icons of feminism, and her poetry as idolized objects; this is only proof that Sylvia Plath was one of the great literary figures of the last century. After more than fifty years since they were written, her verses still embody all their intensity, all their pain, and all their beauty.
 
“Then heaven and I had a frank conversation.
I will surely be more useful when I finally lay down forever:”