remo
Written on Sep 24, 1990
Recuerdo de este libro que me fascinó que se pudiera ser encuadernador en los ratos libres. De ahí me viene ese deseo no cumplido aún. El autor, que fue bastante prolífico en muchas ramas de la vida (autor de libros de éxito, psiquiatra de éxito, figura mediática, pintor naïf (!), rico...) da su opinión sobre muchas cosas. Destaca la alegría con la que recibe su diagnóstico porque según él le dio oportunidad de poner su vida en orden y prepararse para rendir cuentas. Para un cristiano, decía él, lo mejor es que te avisen de que te toca pasar revista.
Cuenta detalles muy interesantes como que, para él, basta con ver la reacción de un miembro de la pareja al sonido de la llave del otro en la puerta para saber si el matrimonio va bien.
Habla también de cosas que han envejecido mal, como que los sacerdotes homosexuales son un mito, o que muchos de los males de la religión vienen de que los curas ya no lleven sotana (no vayan debidamente identificados como tales) y cosas así. Pero es un hombre de su tiempo y creo sinceramente que estaba convencido de lo que decía. El Che era un progresista y pasaba por la piedra a los gays a espuertas. Otros tiempos.
A pesar de ser él aristócrata y estar muy bien relacionado, prefería a la gente "de clase media y baja" porque pagaban mejor y no le exigían servilismo. No está expresado con las mejores palabras...
En conjunto, es un collage de muchos aspectos de la vida de una persona que triunfó en su profesión y en dos o tres más, que pasa revista a su vida y que se va, como el decía, con una sonrisa. Es una lectura muy interesante, sea o no nuestro tipo el biografiado.